A. CONSULTORÍA

Nuestra actividad como equipo consultor consistirá en:

a) Recogida de información relevante sobre la entidad consultante.

b) Estudio y análisis de dicha información; evaluación y diagnóstico.

c) Elaboración de informe de necesidades, carencias y demandas, así como propuestas de intervención.

El objeto principal de la actividad de consultoría es detectar los problemas y las necesidades de mejora de la entidad consultante en materia de organización y trabajo en equipo.

El resultado de la actividad de consultoría será un informe, más o menos extenso, que evalúe los puntos fuertes y débiles de la entidad consultante, y los procesos y problemas que, a nuestro parecer, deben ser corregidos o resueltos. Dicho informe contendrá una propuesta concreta de intervención, que puede consistir, ocasionalmente, en una serie de medidas más o menos urgentes o inmediatas que el órgano directivo pueda adoptar, pero que generalmente contendrá el diseño de una actividad formativa especialmente adaptada a las necesidades de la entidad consultante, en atención a lo puesto de manifiesto en la fase de evaluación y diagnóstico.


B. ETAPAS DE LA CONSULTORÍA

La consultoría, descrita en el epígrafe anterior, se desarrolla en la práctica en las siguientes etapas:

I. Preliminar: reunión con órgano directivo de la entidad a fin de precisar objetivos y servicios a prestar, métodos de actuación y, en su caso, formalización del encargo.

II. Fase de recogida de información, mediante procedimientos cuantitativos y cualitativos, con intervención del máximo número posible de integrantes de la organización.

CEDEO garantiza la absoluta confidencialidad de la información recibida tanto de las entidades consultantes como de particulares, sean o no integrantes de las mismas, de acuerdo con las reglas deontológicas de las y los profesionales que forman esta empresa.

III. Fases de evaluación, diagnóstico y propuesta de intervención.

Tras la consultoría, la actividad de nuestro equipo se prolongará en la fase de intervención y seguimiento, que incluirá actividades formativas (ver epígrafe siguiente) y/u otras, según cada caso.


C. FORMACIÓN

Como norma general, CEDEO diseña actividades formativas específicas para cada entidad consultante, en función de las necesidades puestas de manifiesto a través de la consultoría (información, evaluación y diagnóstico) y dentro de la propuesta de intervención que, en cada caso, se haya formulado.

Las actividades formativas serán, en la mayor parte de los casos, talleres de duración variable, eminentemente prácticos (pero con amplia justificación teórica), dirigidos -según cada situación- a una parte o a la totalidad de las personas que integren la organización consultante.

Las actividades y talleres pueden versar sobre temas muy diversos. En general, cualquier materia de las que se exponen en los talleres generales puede ser desarrollada con más profundidad y detalle en un taller específico, según las necesidades concretas de la entidad consultante.